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Oda al amor

17 febrero, 2014

pablo neruda

Sean bienvenidos amigos fieles visitantes de nuestro portal de mi amor te amo esperamos hayan disfrutado de las imágenes de amor anteriormente publicadas para esta ocasión queremos mostrarles un excelente poema el cual el escritor es el famoso pablo Neruda.

Pablo Neruda también conocido como Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto  un poeta chileno el cual nació (Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago, 23 de septiembre de 1973)  este fue considerado uno de los mejores y más influyentes artistas de su siglo. Neruda gano el premio nobel de literatura en 1971; la historia sobre su vida es trascendental ya que al tener un mes de vida su madre fallece.

Después de esta pequeña biografía de este destacado poeta proseguimos con el artículo en cual invocamos un elemento  de este fino poeta llamado Oda al amor dentro del cual se puede analizar el amor que desea transmitir a su pareja.

Esperamos disfruten de este excelente ejemplar publicado a ustedes por el portal de mi amor te amo siempre compartiendo bellas imágenes de amor y poemas románticos no olviden en dejar sus comentarios.

 

Oda al amor

 

Amor, hagamos cuentas.

A mi edad

No es posible

Engañar o engañarnos.

Fui ladrón de caminos,

Tal vez,

No me arrepiento.

Un minuto profundo,

Una magnolia rota

Por mis dientes

Y la luz de la luna

Celestina.

Muy bien, pero, el balance?

La soledad mantuvo

Su red entretejida

De fríos jazmineros

Y entonces

La que llegó a mis brazos

Fue la reina rosada

De las islas.

Amor,

Con una gota,

Aunque caiga

Durante toda y toda

La nocturna

Primavera

No se forma el océano

Y me quedé desnudo,

Solitario, esperando.

Pero, he aquí que aquella

Que pasó por mis brazos

Como una ola

Aquella

Que sólo fue un sabor

De fruta vespertina,

De pronto

Parpadeó como estrella,

Ardió como paloma

Y la encontré en mi piel

Desenlazándose

Como la cabellera de una hoguera.

Amor, desde aquel día

Todo fue más sencillo.

Obedecí las órdenes

Que mi olvidado corazón me daba

Y apreté su cintura

Y reclamé su boca

Con todo el poderío

De mis besos,

Como un rey que arrebata

Con un ejército desesperado

Una pequeña torre donde crece

La azucena salvaje de su infancia.

Por eso, Amor, yo creo

Que enmarañado y duro

Puede ser tu camino,

Pero que vuelves

De tu cacería

Y cuando enciendes

Otra vez el fuego,

Como el pan en la mesa,

Así, con sencillez,

Debe estar lo que amamos.

Amor, eso me diste.

Cuando por vez primera

Ella llegó a mis brazos

Pasó como las aguas

En una despeñada primavera.

Hoy

La recojo.

Son angostas mis manos pequeñas

Las cuencas de mis ojos

Para que ellas reciban

Su tesoro,

La cascada

De interminable luz, el hilo de oro,

El pan de su fragancia

Que son sencillamente, Amor, mi vida.